Gran Balcon Norte Chamonix


Día 1. Ya estamos en Chamonix, nuestro primer viaje a los Alpes! Estamos cansados pues el viaje ha sido largo, pero con muchas ganas de empezar a ver cosas. Antes de repasar lo que fue la ruta del primer día, os voy a describir como fue nuestro viaje por si le pudiera servir a alguien de referencia para preparar su viaje a los Alpes.

Salimos el viernes 29 a las 7 de la tarde de Santander, queríamos dormir en los alrededores de Pau y así acortar el viaje del sábado día 30. Ojo con los atascos, ya que lo que era un viaje de 3 horas se convirtió en casi 4 horas y media, nos coincidió la operación retorno francesa y eso es algo a tener en cuenta, ya que los peajes fueron un infierno por las colas que se formaban. El sábado madrugamos un poco y paramos en Nimes a comer, visita relámpago a la ciudad y rápidamente ponemos dirección Chamonix, otra vez atascos, malas fechas para cruzar Francia. Nuestra ruta continuaba hacia Albertville, pero por culpa de los atascos se nos hizo de noche y casi ni paramos, lo que hubiera sido una ruta genial por la Alta Saboya se convirtió en atravesar un puerto con mogollón de curvas y sin vistas, pues era de noche cerrada. A eso de las 22:00 horas llegamos a Les Bossons donde habíamos alquilado un chalet súper chulo, en una zona preciosa con vistas al glaciar de Les Bossons! Chalet Martagón, muy recomendable si buscáis algo tranquilo.

Hoy domingo día 31 nos vamos a l’Aiguille du Midi y después a una de las rutas mas frecuentadas de la zona, el Gran Balcon Norte. Madrugamos un poco para evitar las temidas colas del teleférico que nos lleva hasta el Aiguille du Midi, prácticamente fue llegar, pagar y subir al teleférico sin esperas. Nosotros cogimos 2 días de Multipass, que te da acceso a todos los remontes del valle de Chamonix, ya que el lunes teníamos planeada otra ruta por el otro lado del valle. El teleférico hace una parada en Plan d’Aiguille, y aquí cogemos otro teleférico que nos lleva hasta la cima en un ascenso vertiginoso. Las nubes amenazan con estropearnos el día, pero por suerte se quedan por debajo de los 3842 metros. Las vistas son increíbles, empezamos a sacar fotos en todas direcciones y el Mont-Blanc acapara todas las miradas. No nos perdemos nada, el paso de la vida, la temida arista que da acceso a la Vallee Blanche, Chamonix al fondo, el Matterhorn a los lejos… un paisaje increíble al que esperamos volver algún día.

Después de hora y pico y muchas fotos cogemos otra vez el teleférico que nos lleva hasta Plan d’Aiguille y aquí comenzara nuestra ruta de hoy, el Gran Balcon Norte, que nos llevara hasta Montenvers, la Mer de Glace y la famosa cueva de hielo excavada en el propio glaciar. Nos acercamos hasta el Lac Bleu y volvemos sobre nuestros pasos para encaminarnos ahora si, dirección Montenvers. La ruta discurre por un sendero bien marcado, con vistas increíbles a Chamonix. Habíamos leído que esta era una ruta muy concurrida, pero la verdad que nos sorprendió la poca gente que nos encontramos, quizás por que es el ultimo domingo de Agosto o porque ayer terminó el Ultra Trail del Mont-Blanc.

La ruta no tiene mucho desnivel hasta que llegamos a una bifurcación, elegimos el camino de la derecha, se supone que es la opción fácil, hay que salvar un buen desnivel en poco tiempo para luego volver a descender hasta Montenvers. En el alto de Le Signal (2204mt) ya podemos observar el espectáculo del Mer de Glace, increíble! Desde aquí bajamos hasta Montenvers, comemos en un banco con unas vistas espectaculares al glaciar y a Les Drus y sin perder mucho tiempo nos bajamos hasta la cueva de hielo. Durante la bajada por las muchísimas escaleras, hay unas placas que marcan donde llegaba el glaciar y el año… nos estamos cargando el planeta. Volvemos a subir las escaleras, nos agarramos un buen sofocón para poder coger el siguiente tren cremallera que nos bajara hasta Chamonix. El tren va hasta arriba de gente, parecemos sardinas enlatadas pero se agradece no tener que bajar andando hasta el pueblo.

Volvemos al coche a dejar las mochilas y nos vamos a dar un paseo por el centro, comprar la cena y tomar una merecida cerveza. El pueblo es muy bonito, con mucho encanto, mogollón de tiendas de material de todas las marcas y aun podemos ver la meta del UTMB. No nos estamos mucho tiempo, ya que mañana hay que madrugar otra vez para nuestra siguiente ruta y continuar nuestro viaje.
Seguimos en los Alpes!!!



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