Mucho tiempo intentando volver a Ordesa para lograr ascender mi cima más deseada, el Monte Perdido y por fin hemos encontrado un puente para escaparnos. El pasado puente de la bien aparecida, previa reserva del refugio de Goriz con mas de dos meses de antelación, fue el elegido para la escapada.
Llegamos el sábado por la tarde a Torla (es lo que tiene trabajar los sábados), dimos un mini paseo, cenamos en un restaurante que nos recomendaron en la recepción del hotel Edelweiss y pronto a dormir, ya que el domingo tocaba madrugar para subir al refugio de Goriz sin mojarnos, y es que la previsión daba tormentas por la tarde. En el bus íbamos no más de 10 personas, se ve que a estas alturas de verano a la gente no le gusta madrugar mucho.
Han pasado más de 10 años desde mi primera visita al parque, pero me acuerdo de casi todo. No nos entretenemos mucho con las fotos pues a lo lejos ya se empieza a oír la tormenta. En mitad del bosque de hayas empieza a llover en plan bestia y cuando hemos sacado el goretex, pantalon y raincover ya estamos empapados! Nos dan tentaciones de darnos la vuelta y perder la reserva pero la tormenta pasa rápido y seguimos caminando. Llegamos a las Gradas de Soaso, nos quitamos ropa, comemos un poco, fotos y continuamos sin perder mucho tiempo. Una vez llegamos a la cola de caballo me sorprende la poca agua que lleva, nos hacemos unas cuantas fotos mientras vemos como baja gente por las clavijas de Soaso. Nosotros las dejaremos para otra ocasión y subimos por el camino de las mulas, bien marcado y sin más dificultad que el desnivel. Cuando llegamos a la parte alta, otra vez empieza a llover, flojo y nos da tiempo a sacar todos los bártulos y de repente otro tormenton! Aquí ya no hay más remedio que cerrar cremalleras y aligerar el paso para llegar lo antes posible al refugio. Fue una media hora muy larga bajo la tormenta.
En el refugio lo primero que sorprende es que quien te asigna taquillas y camas es una campeona del mundo como Mireia Miró! Una máquina! La tarde la pasamos en el refugio, casi sin poder salir a la calle porque no paran de caer chaparrones y en cuanto para todo el mundo sale a secar la ropa o a contemplar el increíble paisaje. La cena fue muy entretenida, compartimos mesa con dos franceses, un canadiense y un navarro, lo cual me sirvió para practicar mi casi olvidado francés. Nos dieron 3 platos y postre, todo riquísimo. Lo de dormir ya fue otro cantar porque los ronquidos fueron constantes toda la noche, al igual que las tormentas que no pararon.
Al día siguiente el plan era subir al Perdido, bajar hasta la campa, que nos recogiera una taxi, volver a Torla a por el coche y para casa, un poco ambicioso, pero no teníamos más días ya que el martes 16 había que currar. Así qué madrugamos, desayunamos y como el día amaneció despejado no nos lo pensamos y empezamos a ascender. A medida que ganábamos metros las nubes se hacía más densas, y a lo lejos se escuchaban los truenos… Mal asunto… Nos marcamos una hora límite para llegar al lago helado, y como veía que no la íbamos a cumplir y que las nubes eran cada vez más negras decidimos no seguir.
Esa fue nuestra cima del día, nos quedamos muy cerca del lago, pero si hubiéramos continuado tampoco nos hubiera dado tiempo de subir al Perdido. Mientras descendíamos la tormenta la teníamos encima, teníamos claro que otro chaparrón nos iba a caer encima así que otra vez nos pusimos los bártulos para que no nos pillara. Menos mal, porque al poco rato otro tormenton nos cayo encima y tuvimos que bajar todo lo rápido que pudimos hasta el refugio. Hicimos algo de tiempo a ver sí paraba, pero como no teníamos mucho tiempo nos marchamos hacia abajo bajo la lluvia. En el paso de las mulas dejo de llover, por fin! Y dejaba disfrutar de las vistas y de las cascadas que ahora si, bajaban a tope. Sólo nos quedaba llegar a la pradera, pero ahora si podíamos ir parando un poco más para hacer fotos y despedirnos, hasta pronto, de Ordesa, porque tenemos claro que volveremos para intentar ascender a una de las cimas más deseadas por muchos montañeros, el Monte Perdido.
No es la más alta, no es la más difícil, pero yo la quiero y la voy a subir!!!
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Sep 15 2014
Ordesa – Refugio de Goriz
Mucho tiempo intentando volver a Ordesa para lograr ascender mi cima más deseada, el Monte Perdido y por fin hemos encontrado un puente para escaparnos. El pasado puente de la bien aparecida, previa reserva del refugio de Goriz con mas de dos meses de antelación, fue el elegido para la escapada.
Llegamos el sábado por la tarde a Torla (es lo que tiene trabajar los sábados), dimos un mini paseo, cenamos en un restaurante que nos recomendaron en la recepción del hotel Edelweiss y pronto a dormir, ya que el domingo tocaba madrugar para subir al refugio de Goriz sin mojarnos, y es que la previsión daba tormentas por la tarde. En el bus íbamos no más de 10 personas, se ve que a estas alturas de verano a la gente no le gusta madrugar mucho.
Han pasado más de 10 años desde mi primera visita al parque, pero me acuerdo de casi todo. No nos entretenemos mucho con las fotos pues a lo lejos ya se empieza a oír la tormenta. En mitad del bosque de hayas empieza a llover en plan bestia y cuando hemos sacado el goretex, pantalon y raincover ya estamos empapados! Nos dan tentaciones de darnos la vuelta y perder la reserva pero la tormenta pasa rápido y seguimos caminando. Llegamos a las Gradas de Soaso, nos quitamos ropa, comemos un poco, fotos y continuamos sin perder mucho tiempo. Una vez llegamos a la cola de caballo me sorprende la poca agua que lleva, nos hacemos unas cuantas fotos mientras vemos como baja gente por las clavijas de Soaso. Nosotros las dejaremos para otra ocasión y subimos por el camino de las mulas, bien marcado y sin más dificultad que el desnivel. Cuando llegamos a la parte alta, otra vez empieza a llover, flojo y nos da tiempo a sacar todos los bártulos y de repente otro tormenton! Aquí ya no hay más remedio que cerrar cremalleras y aligerar el paso para llegar lo antes posible al refugio. Fue una media hora muy larga bajo la tormenta.
En el refugio lo primero que sorprende es que quien te asigna taquillas y camas es una campeona del mundo como Mireia Miró! Una máquina! La tarde la pasamos en el refugio, casi sin poder salir a la calle porque no paran de caer chaparrones y en cuanto para todo el mundo sale a secar la ropa o a contemplar el increíble paisaje. La cena fue muy entretenida, compartimos mesa con dos franceses, un canadiense y un navarro, lo cual me sirvió para practicar mi casi olvidado francés. Nos dieron 3 platos y postre, todo riquísimo. Lo de dormir ya fue otro cantar porque los ronquidos fueron constantes toda la noche, al igual que las tormentas que no pararon.
Al día siguiente el plan era subir al Perdido, bajar hasta la campa, que nos recogiera una taxi, volver a Torla a por el coche y para casa, un poco ambicioso, pero no teníamos más días ya que el martes 16 había que currar. Así qué madrugamos, desayunamos y como el día amaneció despejado no nos lo pensamos y empezamos a ascender. A medida que ganábamos metros las nubes se hacía más densas, y a lo lejos se escuchaban los truenos… Mal asunto… Nos marcamos una hora límite para llegar al lago helado, y como veía que no la íbamos a cumplir y que las nubes eran cada vez más negras decidimos no seguir.
Esa fue nuestra cima del día, nos quedamos muy cerca del lago, pero si hubiéramos continuado tampoco nos hubiera dado tiempo de subir al Perdido. Mientras descendíamos la tormenta la teníamos encima, teníamos claro que otro chaparrón nos iba a caer encima así que otra vez nos pusimos los bártulos para que no nos pillara. Menos mal, porque al poco rato otro tormenton nos cayo encima y tuvimos que bajar todo lo rápido que pudimos hasta el refugio. Hicimos algo de tiempo a ver sí paraba, pero como no teníamos mucho tiempo nos marchamos hacia abajo bajo la lluvia. En el paso de las mulas dejo de llover, por fin! Y dejaba disfrutar de las vistas y de las cascadas que ahora si, bajaban a tope. Sólo nos quedaba llegar a la pradera, pero ahora si podíamos ir parando un poco más para hacer fotos y despedirnos, hasta pronto, de Ordesa, porque tenemos claro que volveremos para intentar ascender a una de las cimas más deseadas por muchos montañeros, el Monte Perdido.
No es la más alta, no es la más difícil, pero yo la quiero y la voy a subir!!!
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By vayas10 • Trekking • Tags: Goriz, Monte Perdido, Ordesa, Refugio, Torla